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Cultivar coles de Bruselas en maceta

Las coles de Bruselas , por su crecimiento vertical, son ideales para su cultivo en maceta. Es muy sencillo y nos dará grandes satisfacciones // Fuente http://www.guiadejardineria.com Comenzaremos eligiendo la maceta perfecta para cultivar nuestros ejemplares. Una maceta de 30-35 cm de diámetro y otros tantos de profundidad será ideal para cada planta. Si queremos plantar dos ejemplares juntos la maceta deberá medir al menos unos 45-50 cm de diámetro. Es preferible usar macetas de barro ya que drenan bien y permiten el paso del aire. Las coles necesitan temperaturas frescas para crecer correctamente. En zonas de clima fresco se pueden plantar en primavera, en cambio en zonas de clima templado es mejor plantarlas a finales de verano o principios de otoño. La siembra a partir de semillas se hace a 1,5 cm de profundidad y la temperatura del suelo debe estar entre 7 y 30ºC. Entre 5 y 20 días tardan las semillas en germinar. Cuando las plántulas tengan unos 10-15 cm de altura se
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Decorativas y hechas por nosotros: macetas caseras

Sólo la imaginación es el límite en lo que respecta a crear macetas caseras. Puedes usar prácticamente cualquier contenedor que tengas, y decorarlo a tu gusto con una infinita variedad de elementos y técnicas.

Objetos para hacer macetas caseras
Cualquier elemento que posea una cavidad interior y pueda mantenerse verticalmente, por su cuenta o por la ayuda de una base que le dé el equilibrio, es una maceta en potencia. Entre los materiales aptos se encuentran el vidrio, plástico, madera, metal, papel, cartón, barro, porcelana, cerámica, tela, e incluso elementos naturales de alimentos y hasta prendas de vestir.
Sólo debes recordar crear una o dos perforaciones en la base inferior para permitir el drenaje del agua excedente, de modo que las plantas controlen la humedad y la temperatura de su tierra.


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Asegúrate de crear una superficie impermeable, en especial en el interior de los elementos. Si usas madera, por ejemplo, debes aplicar dos a tres capas de barniz o recubrir el interior con plástico, pues la humedad podría pudrirla.

Algunos elementos que tienes en casa y pueden convertirse en macetas son: baldes, tarros metálicos y plásticos, incluso de isopor (como los de helados, alimentos y demás), tuppers, ollas y coladores viejos, regaderas en desuso, tazas, platos hondos, vasos y copas, tarros de aluminio de los de conserva, frascos de vidrio, botellas, tachos de pintura y de adhesivos (ya limpios), cáscaras de huevo, juguetes plásticos viejos, canastos forrados por dentro... como ves, casi cualquier elemento, bien acondicionado, puede ser una maceta especial y personal.

Decoración de las macetas caseras

Para la decoración de tus macetas deja volar tu creatividad e imaginación. Pinta usando pinturas en aerosol o esmaltes sintéticos, ya que soportarán mejor la humedad. Si utilizas pinturas látex o acrílicas, asegúrate de aplicar dos capas, y luego un barniz protector.

"No olvides impermeabilizar los elementos que elijas para crear tus macetas, de modo que duren por más tiempo sin sufrir daños por la humedad."
Otra opción es usar adhesivos universales para recubrir la maceta con el elemento que prefieras: piedras, accesorios, lanas e hilados, caracolas de mar, broches de la ropa, semillas y palitos secos naturales, botones, telas, trozos de papel superpuestos, pétalos de flores secos, corchos y tapas de bebidas, envoltorios de caramelos... la lista es interminable si se trata de dar personalidad a un elemento.

Detalles importantes al fabricar una maceta

Algo importante es darle una buena base de sustento a tu maceta casera, colocando un pequeño platito por debajo que recolecte el agua y drene hacia fuera. Puedes utilizar bolitas de porcelana fría o de otras masas modelables para dar equilibrio a los elementos redondeados, o para elevar un poco el contenedor y así el agua pueda drenar libremente.

No te olvides de impermeabilizar los elementos que elijas para crear tus macetas, de modo que duren por más tiempo sin sufrir las inclemencias de la humedad. Coloca gravilla o piedras en la base, por sobre las perforaciones, y luego la tierra, de modo de dar peso a la base de la maceta y, al mismo tiempo, permitir un adecuado drenaje del agua, para que las plantas tampoco sufran por un exceso de temperatura o de humedad condensada.
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